Mientras que Clark y Lois hacen la mudanza a su nuevo apartamento en Metropolis, reciben una llamada de Tess. Slade Wilson (Deathstroke) ha escapado de la zona fantasma, pero está en coma. Así que Clark decide entrar en la zona para evitar que nadie más escape y averiguar cómo ha podido ser, porque el portal de zona solo puede abrirlo alguien de la Casa de El, su propia familia. Oliver se lanza encima de Clark en el último momento para que Clark no vaya solo.
En la zona fantasma, Clark descubre con estupor que alguien ha robado el cristal que sirve como llave, así que no tienen salida. Los criminales los atacan, y en Atalaya, Tess pierde la conexión con ellos. Después, Clark y Oliver son llevados ante el líder de los criminales, y ven que se trata de Zod, quien por supuesto les ordena que se arrodillen.
Zod se queda a solas con Clark, y descubrimos todo lo que ha pasado. Este Zod es la unión del cuerpo del mayor Zod y el fantasma del Zod original, que se unieron cuando el mayor Zod fue enviado allí por los kandorianos como castigo. Zod envió a Slade a la Tierra para que Clark acudiera a buscar respuestas, y ha logrado emplear el cristal de salida porque al salvarlo Clark con su propia sangre cuando iba a morir, el cristal reconoce a Zod como miembro de la Casa de El. Mientras lo golpea y le habla sobre ser kryptoniano o sobre la historia de Caín y Abel, Zod le cuenta que ahora él manda allí, y que pronto va a descubrir lo que eso significa.
Zod obliga a Clark a pelear como un gladiador por su vida. Clark consigue defenderse y derrotar al luchador con el que le enfrentan, pero no lo mata. Zod le dice a Clark que en la arena hay que morir o matar, y él mismo mata a su rival derrotado y le advierte a Clark que, la próxima vez, será arrastrado por los talones. Mientras, en Atalaya, Tess sigue intentando sacar a Ollie y Clark de allí. Y Lois descubre que, en menos de dos horas y media, Tess destruirá el portal de acceso a la zona. Pero cuando Tess le cuenta que está siguiendo órdenes de Clark, Lois primero se derrumba, pero después coge una pistola para obligar a Tess a que no sacrifique a Clark. Tess le dice que estar con un héroe implica conocer el sacrificio de serlo, y Lois le responde apuntándola que ser la esposa de un héroe es no aceptar nunca la derrota.
Zod llama a su presencia a Oliver a solas, y le cuenta que Darkseid le visitó allí y le prometió que lideraría la zona fantasma si se encargaba de Clark. Zod le cuenta a Oliver que sabe que está marcado por Darkseid y que no se va a librar de ello, y le promete que pueden reinar juntos como hermanos si recorre la senda oscura. Oliver parece entender a Zod y pensar su propuesta: Clark y Oliver son preparados para luchar a muerte en la arena.
Clark y Oliver pelean con violencia. Oliver se hiere al caer sobre un arma, y después logra atravesar a Clark con su espada. Zod lo detiene para bajar a ser él quien remate a Clark, y entonces Oliver detiene su golpe y Clark le quita el cristal de la zona a Zod, se cura de su herida y destruye el cristal marchándose de allí con Oliver y dejando a Zod encerrado en un cristal de zona fantasma, vagando por el espacio junto a dos de sus esbirros, un hombre y una mujer.
Ya en la Atalaya, mientras Tess cura a Oliver, sabemos que lograr que Zod enfrentara a Clark y Oliver había sido el plan de Clark desde el principio. Clark dice que todo es gracias a que han confiado mucho mutuamente, y Oliver le pregunta que qué ocurriría si uno de ellos se infectara de oscuridad. Clark dice que habría que encerrarlo, porque es muy peligrosa y no cree que sea posible librarse de ella. Oliver zanja el asunto diciéndole a Clark que Lois debe estar muy preocupada y que se vaya con ella.
Clark llega al apartamento y se sorprende de verlo totalmente amueblado y decorado. Lois lo abraza y le aclara que ha estado tres semanas fuera, algo que Clark achaca a haber destruido el cristal y a que esto habrá alterado el tiempo haciendo que, lo que para ellos han sido unas horas, fuera han sido tres semanas. Entonces recuerda su plan de destruir el cristal en tres horas, y Lois le confiesa que hizo que Tess entendiera las cosas desde su punto de vista. Clark y Lois tienen una conversación muy romántica y dramática y Lois le pide que la próxima vez la incluya en sus planes, que él ahora es la mitad de un todo que son ellos, y que no ha pospuesto la boda (que es en dos días) porque solo el pensar que él regresaría a su lado es lo que la ha hecho seguir adelante. Al final los dos se abrazan y Clark le dice que nada le impedirá ir con ella al altar.
Oliver pide a Tess que lo acompañe en la búsqueda de un arma que Hawkman vio a alguien llamado Orión emplear para derrotar a Darkseid en una ocasión, pero que nunca logró encontrarla. Los diarios de Veritas de la familia Queen han revelado que el paradero es Holanda, así que deciden ir a por ella. Tess decide confiar en Oliver. Después, vemos a Oliver rezando en una iglesia mientras recuerda cuándo le infectó la oscuridad (cuando casi mató a Deesad), y al marcharse se queda mirando a una figura angelical de la pared, y ésta comienza a llorar sangre negra…
Caray, esta semana no puedo decir casi nada malo de este episodio. A priori esta semana no me esperaba gran cosa y me ha sorprendido; lo primero porque se pasa volando, tiene un gran ritmo y una buena trama, y lo segundo porque es mucho más duro de lo que suele ser la serie.
Para empezar, mencionar que el director es Justin Hartley, y demuestra varias cosas: una, que ve la serie Spartacus: Sangre y Arena (que os recomiendo también, por cierto), y que ha visto Gladiator y 300. De hecho, en una escena vemos un escudo espartano, y el luchador al que se enfrenta Clark lleva un casco idéntico al de Máximo en Gladiator. Por supuesto no faltan en los combates las ralentizaciones y aceleraciones, la sangre digital, la música épica coral y la contundencia, como si el episodio lo hubiera dirigido el mismísimo Zack Snyder. Vale, podríamos considerarlo el plagio de la semana, pero me ha gustado. Queda bien.
Además, el regreso de Zod se ha justificado de maravilla fusionando al fantasma de Zod con su cuerpo clónico joven enviado allí como castigo. Bien resuelto. Y mejor interpretado por Callum Blue, que nos vuelve a brindar su mejor Zod de los últimos episodios, con ese tono británico que le va un montón, pero mucha más maldad, crueldad y rabia acumulada. Me ha encantado este Zod, y me ha hecho redoblar mis esperanzas de ver un Zod terrible en Man of Steel, incluso más malvado y sádico que éste. Pero en lo que Callum respecta, mis más sinceras felicitaciones por su trabajo. Aunque realmente en este episodio están estupendos todos los actores, porque Erica Durance se mantiene en un registro mucho más dramático que saca de fábula, sobre todo en esa intensísima escena final entre Clark y ella en la que se dicen tanto y queda tan patente quiénes son Lois y Clark uno para el otro y la importancia que tiene "la esposa del héroe". Una escena tan bonita que hasta obvié cómo narices han justificado la desaparición de Clark Kent del Daily Planet durante tres semanas. Hartley también está solvente en su papel, mucho más que de costumbre. Y Tess, como siempre, muy bien. Aunque este episodio lo roban totalmente Callum y Erica.
Por supuesto, el capítulo nos brinda momentos para los fans, como el de Clark-Gladiator con la capa roja (solo espero que no sea la única que le veamos puesta en la serie) o el encierro final de Zod en la zona fantasma cristalina junto a dos esbirros, hombre y mujer, que bien podrían ser un homenaje a Ursa y Non. Genial. Y encima el episodio termina con una escena que bien podría ser de terror, porque es muy dura, mucho más oscura de lo que suele ser la serie. ¿Un ángel llorando sangre en una iglesia? Por favor, una cerveza para el guionista de esa parte. Invito yo.
En fin, un episodio transitivo hacia el final pero que sí implica a Darkseid de muchas formas (genial eso de explicar que ha visitado muchos mundos y que va ofreciendo "tratos" por ahí, como si fuera una versión espacial del Demonio), que sigue estableciendo la preciosa relación entre Clark y Lois, y que ha resultado ser, en mi opinión, de los mejores de este año. Sobresaliente. Pero eso sí, sigo guardando el 10 con la esperanza de que el final se lo merezca.
Para empezar, mencionar que el director es Justin Hartley, y demuestra varias cosas: una, que ve la serie Spartacus: Sangre y Arena (que os recomiendo también, por cierto), y que ha visto Gladiator y 300. De hecho, en una escena vemos un escudo espartano, y el luchador al que se enfrenta Clark lleva un casco idéntico al de Máximo en Gladiator. Por supuesto no faltan en los combates las ralentizaciones y aceleraciones, la sangre digital, la música épica coral y la contundencia, como si el episodio lo hubiera dirigido el mismísimo Zack Snyder. Vale, podríamos considerarlo el plagio de la semana, pero me ha gustado. Queda bien.
Además, el regreso de Zod se ha justificado de maravilla fusionando al fantasma de Zod con su cuerpo clónico joven enviado allí como castigo. Bien resuelto. Y mejor interpretado por Callum Blue, que nos vuelve a brindar su mejor Zod de los últimos episodios, con ese tono británico que le va un montón, pero mucha más maldad, crueldad y rabia acumulada. Me ha encantado este Zod, y me ha hecho redoblar mis esperanzas de ver un Zod terrible en Man of Steel, incluso más malvado y sádico que éste. Pero en lo que Callum respecta, mis más sinceras felicitaciones por su trabajo. Aunque realmente en este episodio están estupendos todos los actores, porque Erica Durance se mantiene en un registro mucho más dramático que saca de fábula, sobre todo en esa intensísima escena final entre Clark y ella en la que se dicen tanto y queda tan patente quiénes son Lois y Clark uno para el otro y la importancia que tiene "la esposa del héroe". Una escena tan bonita que hasta obvié cómo narices han justificado la desaparición de Clark Kent del Daily Planet durante tres semanas. Hartley también está solvente en su papel, mucho más que de costumbre. Y Tess, como siempre, muy bien. Aunque este episodio lo roban totalmente Callum y Erica.
Por supuesto, el capítulo nos brinda momentos para los fans, como el de Clark-Gladiator con la capa roja (solo espero que no sea la única que le veamos puesta en la serie) o el encierro final de Zod en la zona fantasma cristalina junto a dos esbirros, hombre y mujer, que bien podrían ser un homenaje a Ursa y Non. Genial. Y encima el episodio termina con una escena que bien podría ser de terror, porque es muy dura, mucho más oscura de lo que suele ser la serie. ¿Un ángel llorando sangre en una iglesia? Por favor, una cerveza para el guionista de esa parte. Invito yo.
En fin, un episodio transitivo hacia el final pero que sí implica a Darkseid de muchas formas (genial eso de explicar que ha visitado muchos mundos y que va ofreciendo "tratos" por ahí, como si fuera una versión espacial del Demonio), que sigue estableciendo la preciosa relación entre Clark y Lois, y que ha resultado ser, en mi opinión, de los mejores de este año. Sobresaliente. Pero eso sí, sigo guardando el 10 con la esperanza de que el final se lo merezca.