sábado, 24 de abril de 2010

EPISODIO 9X19: CHARADE







El fiscal que intentó asesinar a Lois en el episodio 9x08 sale libre de cargos de prisión y recibe una fiesta. Lois se ha colado como chica de la tarta, y al salir ve a Clark entre el público y le da un puñetazo. Más tarde, el nuevo editor en funciones del Planet los despide a los dos por permitir que su relación se haya interpuesto en su trabajo.




Retrocedemos al día anterior. Clark y Lois preparan una gran noche en la que van a dejar atrás secretos y misterios y se lo van a contar todo. Esa mañana, al llegar al Planet, el nuevo editor en funciones tras la marcha de Tess, les dice que al final del día solo uno conseguirá mantener el puesto de trabajo. Su encargo es conseguir el artículo sobre el fiscal que ha eludido la prisión. Lois, a espaldas de Clark, llama al Borrón para que la ayude en su asignación. Clark descubre que Lois lleva tiempo siendo engañada por alguien que se hace pasar por el Borrón (al final del episodio, gracias a Chloe, sabrá que ha sido Zod). Y en un callejón, alguien le consigue hacer una foto a Clark como el Borrón, y pretende vendérsela al fiscal, que ofrece un millón de dólares por ella. Así llegamos de nuevo a la escena del principio, donde el puñetazo de Lois a Clark es una distracción para coger el móvil que tiene la foto del Borrón y destruirlo.



Clark y Lois están despedidos. Lois es secuestrada por los hombres de un tal Maxwell Lord, un metahumano con poderes mentales, que es Rey Negro de Jaque Mate. Pero al contrario que Amanda Waller, que quiere formar un ejército de seres superpoderosos, él quiere destruirlos. Su intención es averiguar la identidad del Borrón extrayendo los fragmentos de memoria de varias personas que lo han vislumbrado, Lois entre ellas. Clark lo descubre e irrumpe, salvando a Lois. Ella le dice que entiende que no le diga su identidad, porque si lo supiera estaría en peligro y no podría protegerla. Clark se marcha.





Afuera, Lord es forzado a entrar en un coche en el que hay una mujer vestida de rojo. Lord se sorprende de que la historia sea cierta y de que “la Reina Roja sí que exista”.


Todo el asunto de las conversaciones secretas de Lois con el Borrón han mermado la confianza de la pareja. Clark decide que lo que tiene que hacer es hablar con ella como Borrón y despedirse para siempre. Y en la cita de esa noche, como Clark, le dice que entiende lo que ha ocultado y lo que podía hacerle sentir el Borrón. Ahora la única pregunta entre los dos es: ¿es Clark suficiente sin el Borrón en la vida de Lois?









No hay demasiado que comentar. Episodio centradísimo en la relación Lois-Clark-Borrón, y en la curiosa y difícil situación que genera entre ellos. Para Lois, el Borrón la hace sentir parte de algo mucho más grande. Pero ¿y Clark? Él puede entenderla porque él es el Borrón, pero… ¿no es curiosa esa separación de personalidades, y esa sensación de que Lois le ha estado siendo “infiel” a Clark con él mismo?
Respecto a la aparición de Max Lord, poco que rascar. Ha servido para dar pie a la escenita de FX de turno, y para presentar el enigma de la Reina Roja. ¿Quién será? Habrá que esperar.
En fin, como el episodio es entretenido y trata la relación entre los dos protagonistas de un modo adulto y diferente (no el típico “clois” que ya cansa), le daré un 7.

martes, 20 de abril de 2010

EPISODIO 9X18: UPGRADE







Lois se cuela en un laboratorio secreto de Tess para recabar información para El Borrón (que, en realidad, es Zod). La descubren y, en la pelea, provoca una explosión de la que la salva… John Corben (alias Metallo), con quien estaban experimentando. Lois decide después ayudar a Corben, a quien han colocado un chip de control cerebral.




Clark sigue los pasos de Lois y llega al laboratorio en ruinas, donde se infecta con la kryptonita roja con la que estaban creando un nuevo corazón para Metallo. Después va a ver a Chloe y descubre que ella y Ollie son quienes han estado almacenando kryptonita por todo el mundo, y la golpea y marca su escudo de la S en la pared de la Atalaya. Clark acude a destruir uno de los almacenes de kryptonita y allí se encuentra con Corben, pero aparece Zod volando y destruye todo, revelándole a Clark que ya tiene poderes.





Afectado por la kryptonita roja, Clark se une a Zod, junto a quien empieza a destruir todos los almacenes de Chloe y Oliver. Clark incluso lleva a Zod a la Fortaleza (que no reacciona por la presencia de Zod), donde Zod se maravilla del potencial que podrían lograr si encontraran el Libro de Rao que Jor-El dejó en la Tierra. A todo esto, Chloe se ha aliado con Tess (responsable de la reconstrucción de Metallo para usarlo como guardaespaldas) y emplean el chip de control de Corben para que vaya a la Fortaleza.





En la Fortaleza, Corben lucha contra Zod y Clark, y al final reduce a Zod y clava a un pedazo de kryptonita a Clark para eliminarle los efectos de la roja, diciéndole que lo hace porque alguien que le quiere se lo ha pedido. Cuando Clark está curado, se marcha. Zod también ha desaparecido.





Más tarde, John intenta convencer a Lois para que estén juntos, pero ella le dice que ya tiene a alguien. Corben se muestra muy amable y comprensivo, y Lois le entrega el corazón de K-roja que estaban construyendo, con lo que tendrá energía para vivir. Corben le dice a Lois que espera que su pareja sepa lo que tiene, le sonríe y se va.


Clark pide perdón a Chloe y reconoce que, en su visión del futuro, solo el arsenal de Chloe detuvo a los kryptonianos. Mientras, Tess advierte a Zod de que hay una rebelión contra él y que algunos kryptonianos buscan en Kal-El a su nuevo líder. Así que Zod, en la Fortaleza con un grupo de sus hombres, se corta en la mano con un puñal de kryptonita, llena un cuenco con su sangre, y se dispone a hacer “comulgar” a todos sus soldados para devolverles lo que les pertenece por derecho.











Por fin un episodio con pies y cabeza. Realmente centrado en la trama de la temporada y con algunos puntos originales y acertados. Pero vayamos por partes. Vamos a obviar el principio, en el que Lois se cuela en el laboratorio secreto (sigh) como Pedro por su casa, y luego lo hace explotar (pero sin querer, ¿eh?), causando, seguramente, la muerte de mucha gente. Y ella solo… eh… se corta un poquito en un brazo. Eh, pero no pasa nada, después hay una escenita de cama de esas “clois” que molan tanto, ¿verdad? Con eso arreglamos el desastroso comienzo. ¿Verdad?
¿Verdad que sí? ¿Hola? ¿Hay alguien?
Pero bueno, a partir de ahí (o debería decir “pese a semejante pifia”) luego el episodio discurre muy bien. Las escenas Clark-Zod son muy poderosas, la trama avanza correctamente hacia un final que está cada vez más cerca, y los personajes se han mantenido en su sitio. Chloe cada vez se está volviendo más oscura, no malvada, pero sí que se nota que empieza a cargar con demasiados secretos y peso, con lo que empiezo a tener claro que va a ser ella quien muera en “Sacrifice”, mal que me pese a mí y para deleite de muchos de sus detractores. El final del episodio es muy bueno, incluso la forma en que Zod va a convertir a sus hombres, no por la sangre en sí, sino por lo mesiánico que queda esa especie de “tomad y bebed de mí y viviréis para siempre”.
Y qué decir de Metallo, que no hay que olvidar que el episodio gira también mucho en torno a él. Bueno, pues me ha encantado cómo ha tratado la serie al personaje. Después de su desgraciado origen y de que se convirtiera en malo por accidente, el personaje se redime por completo y hasta ayuda a Clark, acepta las calabazas de Lois con una sonrisa y queda abierto al entendimiento de cada uno qué sucederá con él. ¿Vivirá feliz con su corazón inagotable y tratará de encontrar una buena vida? ¿Se convertirá irremediablemente en el villano que conocemos los fans del cómic? A mí me gustaría pensar que la aparición de Metallo en Smallville es uno de esos finales felices inesperados que compensan otras tragedias que quizás nunca debieron ocurrir (la muerte de Jimmy Olsen por culpa de la tozudez de Clark, por ejemplo).
En definitiva, esta semana he tardado más que de costumbre en ver el episodio, desmotivado por el de la semana anterior… y me he perdido un episodio de los buenos. Así de inconstante se ha vuelto esta serie, aunque esta semana no tengo nada que objetarle. Le daré un merecido 8,5 y no le pongo más por los 5 minutos iniciales… que vaya tela.